Colectivero
Buchón
Tengo
un vecino que se la pasa barriendo el cordón de la vereda, no frente a su casa,
ya que no tiene, duerme donde puede.
Barre
las calles de todo el barrio.
Con
un escobillón improvisado va y viene arrastrando el agua sucia que se junta en
la calle.
Puteando
y amenazando con el palo del escobillón a los autos y saludando a todo aquel
que pase caminando.
Varias
veces lo encontré en la parada, con anteojos negros y un palo de escoba pintado
de blanco.
Cuando
toma el colectivo el chofer le dice, -“suba, suba" y quien este en el
primer asiento se para cediéndoselo, (un capo mi vecino).
El
otro día subo yo y muestro mi pase como siempre.
Esta
vez el chofer que me tocó en suerte, con notoria ofuscación en su rostro, me lo
pide y lo observa detenidamente.
Lee
todos los datos.
Como
un sabueso fiel defendiendo a su patrón, mira la foto y me mira, mira la foto y
vuelve a mirarme, así repetidas veces.
Cuando
ya no tiene nada por hacer, convencido que el retrato me corresponde, me
devuelve el pase y me deja subir.
¡Claro!,
no portaba yo bastón blanco, ni silla de ruedas, ni muletas, ni una simple
renqueada siquiera.
Ninguna
cosa a ojos vista que justifique mi
discapacidad.
Señor
chofer de la línea 318, ¿porque cree usted que tengo que andar por la vida,
mostrando a todos mi enfermedad?
A
esta la llevo escondidita y es mi derecho de hacerlo.
Le
informo que somos miles los locos con carnet, de los cuales el 90 % no
presentamos nada notorio a simple vista.
Si
usted quedase más tranquilo, avíseme, yo no tengo problemas, aunque sea me
despeino y babeo un poquito para la próxima.
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