La
Pava
La
pava, que objeto fiel e imprescindible la pava.
Irremplazable a la hora del mate.
Se
tratara de desmentirme argumentando que también se usa el termo.
Es
cierto, pero el termo necesita de la pava para ser llenado.
O
te imaginas llenarlo con una olla o con un jarro.
Esta
tarea se volvería por demás complicada.
Si
lo logras, imagínate en el crudo invierno llenar la bolsa de agua caliente, por
su fina boca con una sartén.
El
tozudo de mi tío Echandi lo intento y fue derecho al instituto del quemado.
Nunca
más se volvió a saber de él.
En
este caso la pava es irremplazable, se convierte en un instrumento de
precisión.
A
ciencia cierta no se sabe cómo se reproduce, ya que no tiene masculino.
El
pavo es un animal de una especie completamente diferente.
Hay
pavas de varias formas y tamaños.
Esta
la más conocida, la de aluminio, que se aconseja frotarla con virulana los
domingos, para que luzca por si llegan visitas.
Están
las coquetas, de vivos colores, con una tapita en el pico.
Las
cuales el ferretero antes de venderlas les enseña a silbar, para que avise
cuando el agua está a punto para el mate.
Están
las chiquitas de campamento, siempre negras de hollín.
Si
llegara a estar limpia corres el riesgo que te echen del camping por
extravagante.
O
por lo menos que los de las carpas vecinas te miren mal y murmuren por detrás.
La
lista podría ser interminable de las formas y bondades de esta fiel compañera.
-¡Mujer!
Si algún pavo, con intención de ofenderte te llama "Pava".
¡Alégrate!
¡Que dignificante ofensa!
No hay comentarios.:
Publicar un comentario